Fondos europeos: oportunidad y reto
Ha pasado algo más de un mes desde que España enviara a Bruselas la versión final del tan esperado y ansiado Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Desde entonces al margen de algunos comunicados o notas de prensa sobre los posibles PERTE que España va a apoyar dentro de este plan y la presentación de las líneas maestras de varias políticas incluidas en dicho documento, no ha acontecido nada más relevante al respecto.
En lo que respecta a la información sobre los PERTE o Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica, el documento final cita como preliminares seis líneas sobre las que pivotar este tipo de proyectos:
- Industria de la Automoción verde y conectada.
- Generación energética mediante hidrógeno verde.
- Industria Aeroespacial.
- Agricultura sostenible y eficiente.
- El uso del español en el ámbito de la Inteligencia Artificial.
- Desarrollo de un sistema nacional de salud puntero.
Aunque el listado anterior no deja de ser preliminar, ya se han iniciado los trabajos para el lanzamiento de un PERTE enfocado al desarrollo del vehículo eléctrico. Es de esperar que en las próximas semanas se acaben de analizar y valorar todas las propuestas lanzadas en las diferentes Manifestaciones de Interés convocadas, para acabar definiendo la lista final de PERTEs por los que el gobierno español apostará.
En la actualización del plan que se envió a Bruselas a finales de pasado mes de abril, se han acotado a grandes rasgos las inversiones que se priorizarán para el periodo 2021 al 2023 por un importe cercano a los 70.000 millones de euros. La distribución prevista del grosor de este primer paquete económico está prevista en los siguientes ámbitos:
- Transformación Verde con un 40,29% de la dotación presupuestaria.
- Transformación Digital con un 29,58% de la dotación presupuestaría.
- Y un 10,5% para educación y formación, así como un 7% para I+D+i, respectivamente, de la dotación comentada.
Distribución por ámbitos prevista para el primer paquete económico :

Los efectos de la pandemia no se han trasladado con la misma intensidad a los diferentes sectores de actividad económica. Sectores como la restauración y el turismo han sido de los más impactados tanto a nivel de España como a nivel de Europa. Otro de los sectores claramente afectado ha sido el sector industrial donde varios estudios indican que a causa de la COVID-19 la actividad industrial se podrá ver reducida entre un 5 y un 25%.
Esta situación, junto que con la lenta recuperación y crecimiento que ha experimentado el sector industrial desde la última crisis del 2008, ha provocado que a nivel de España estemos lejos del objetivo de alcanzar el 20% del PIB del país, siendo en el año 2019 del 14,64%, según los últimos datos publicados en Eurostat. Actualmente solo tres comunidades alcanzan el umbral del 20% de aportación al PIB Industrial sobre el total del PIB, están son La Rioja, País Vasco y Navarra.
Un Sector Industrial más eficiente, sostenible y digitalizado
Frente a esta situación, nada halagüeña con el sector industrial español, se presenta la oportunidad de impulsar dicho tejido a través de los Fondos Next Generation EU y mediante las políticas y palancas incluidas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Esta nueva oportunidad debe servir para potenciar el tejido industrial español y en especial a la gran mayoría de empresas pyme que lo componen, así como potenciar los subsectores o tecnologías que permitan virar el tejido industrial un modelo más eficiente y respetuosos con el medio ambiente, así como más digitalizado, para poder incrementar la ratio de rentabilidad y poder ocupar como país un lugar preferente en la evolución y fortalecimiento de la economía europea y global.
Entrando en detalle de las nuevas oportunidades que se vislumbran a raíz de las políticas palanca y componentes definidos en el marco del Pan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, vamos a desgranar cada una de ellas.
A. Transición energética justa e inclusiva
En el marco de esta política se persigue el desarrollo de un sector energético descarbonizado, competitivo y eficiente. Algunos de los componentes definidos que deberán ayudar a la recuperación del sector industrial son los siguientes:
A.1. Despliegue e integración en energías renovables
Esta componente contempla la publicación de líneas de ayudas para inversiones en proyectos de despliegue de renovables en entorno de empresas y de la industria, tanto en las instalaciones como en los propios procesos productivos.
B. Modernización y digitalización del tejido industrial y de la Pyme
El objetivo de esta política es el de conseguir impulsar un plan coherente de digitalización de toda la cadena de valor en sectores tractores, así como la modernización del ecosistema de industria y servicios orientado en las palancas de la digitalización y la transición energética.
Los componentes dentro de esta política que ofrecerán oportunidades de recuperación y crecimiento al sector industrial son los siguientes:
B.1. Política Industrial España 2030
Las inversiones de impulso al sector industrial dentro de esta componente son las siguientes:
- Espacio de datos sectoriales (contribución a proyectos tractores de digitalización de los sectores productivos estratégicos). El objetivo de esta inversión es apoyar la puesta en marcha de grandes espacios de datos comunes industriales y seguros, para el impulso de la innovación empresarial en los principales sectores productivos estratégicos de la economía. Algunos ejemplos de las iniciativas que englobaría estas componentes sería el desarrollo y compartición de componentes comunes (Building blocks) y de infraestructuras de datos comunes, como las plataformas cloud y las redes de supercomputación y almacenamiento, análisis de datos masivos y servicios de Inteligencia Artificial.
- Programa de impulso de la competitividad y sostenibilidad industrial. Las inversiones previstas en este programa pretenden impulsar la transformación de las cadenas de valor estratégicos de sectores industriales con gran efecto tractor en la economía para todo tipo de tamaño de empresa. Se apoyarán proyectos considerados estratégicos para la transición industrial, favoreciendo la transformación de sectores como la automoción, el vehículo eléctrico, el sector agroalimentario, el de la salud, el aeronáutico y naval, entre otros. También se prevé la inversión en proyectos de menor magnitud en ámbitos como el de la simulación industrial, el diseño y fabricación aditiva, los materiales avanzados, los proyectos industriales de realidad aumentada, realidad virtual y visión artificial o robótica colaborativa y cognitiva.
B.2. Impulso a la Pyme
Las inversiones que se recogen en esta componente están orientadas a reforzar el sistema empresarial español, con especial atención en las pymes con el objetivo de mejorar la productividad, potenciar sus capacidades y su resiliencia, así como contribuir a la creación de empleo. Las principales inversiones previstas dentro de esta componente son las siguientes:
- Emprendimiento: Se prevén un conjunto de medidas orientadas a potenciar el ecosistema emprendedor, actuando en aspectos como la capacitación de los propios emprendedores, en la disposición de herramienta para la gestión empresarial, en la difusión y comunicación para reforzar el posicionamiento de España como país emprendedor y líneas de apoyo financiero a la propia actividad emprendedora de las pymes.
- Crecimiento: Se contempla la promoción del crecimiento de las pymes a través de actuaciones como un programa de capacidades para el crecimiento de las pymes, el desarrollo de medias de apoyo al emprendimiento industrial en las pymes y mediante el refuerzo del sistema español de garantía recíproca, para incrementar la liquidez de las pymes, facilitando apoyo en forma de avales y fondos para el crecimiento de startups innovadoras en tecnologías disruptivas.
- Digitalización e Innovación: Está previsto la convocatoria de programas de subvenciones para pymes para cubrir los costes de adopción de soluciones digitales y de transformación digital y para el apoyo a proyectos de digitalización de la cadena de valor de los diferentes sectores industriales.
- Internacionalización: Las inversiones previstas en esta materia irán encaminadas a conseguir un refuerzo de las capacidades e instrumentos del sistema español de apoyo a la exportación, internacionalización e inversión exterior a través de múltiples iniciativas.
Adicionalmente a todas estas componentes, iniciativas e inversiones que podemos considerar directas para el sector industrial, también se verá apoyado por inversiones en tecnología e infraestructuras de conexión y conectividad que incidirán de forma indirecta en una mayor competitividad del sector industrial proporcionándole las infraestructuras digitales y de comunicación más punteras para poder desplegar todo su potencial sin limitantes.
¿Qué oportunidades suponen estos fondos para el Sector Industrial?
A nivel de país estamos ante una situación histórica, en lo que a disposición de fondos se refiera, ya que los fondos provenientes de Europa han de suponer una inyección adicional de recursos económicos a lo que ya se disponía antes de la pandemia del COVID-19. A nivel particular del sector industrial, esto ha de suponer una nueva oportunidad para analizar y trabajar en la definición de las estrategias a llevar a cabo para conseguir una modernización y enfoque del sector industrial hacia las tendencias del futuro.
Hemos de ser capaces como sociedad de poder identificar los modelos y las tecnologías sobre las que se va a sustentar y evolucionar el propio tejido industrial, para trabajar sobre ellas y poder tener un papel protagonista en dicha evolución y por consiguiente conseguir incrementar nuestra competitividad y poder dinamizar de forma directa la economía y la generación de empleo.
Es por esto que el tejido industrial español, ha de ser lo suficientemente inteligente y flexible para ser capaz de poder detectar las tendencias de futuro y poder reaccionar antes que sus competidores, hecho que le garantizaría una ventaja temporal relevante de cara a ser actores promotores e impulsores del cambio.
Estos cambios se prevén que lleguen mediante la vía de la digitalización y la modernización del sector, para poder alcanzar cotas de competitividad más altas, así como poder desarrollar nuevos modelos económicos y de desarrollo basado en las nuevas tecnologías y tendencias que la transición energética traerá consigo.
Como país contamos con el talento y el compromiso del propio sector para poder salir reforzado tras esta oportunidad que se abre con la llegad de los nuevos fondos, ahora falta que dichos fondos se destinen a potenciar y desarrollar aquellas tecnologías o herramientas que sean las prioritarios e indispensables en el futuro, y se consiga provocar una modernización profunda de la totalidad del tejido industrial español.