La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es un concepto transversal que encontramos ligado a la actividad empresarial y que supone un alto grado de compromiso por parte de la dirección, pero también de sus empleados. Según el Observatorio de la Responsabilidad Social Corporativa, la RSC es una forma de dirigir a las empresas basada en la gestión de los impactos que su actividad genera sobre sus clientes, empleados, proveedores, medioambiente y sobre la sociedad en general.
Existen 5 principios fundamentales que rigen la RSC:
Hablar de Responsabilidad Social Corporativa como moda de negocio o cuestión ética no es acertado, ya que la RSC va más allá y su impacto es crucial para el crecimiento empresarial. Los hábitos de consumo, así como el poder de decisión de los usuarios han cambiado mucho y, cada vez más, estas decisiones se ven motivadas por cuestiones como el respecto por el medio ambiente, la sostenibilidad de los envases utilizados o el origen de los productos que consumen. Esta información es crucial en la toma de decisiones.
Por ello, las empresas deben alinear su imagen de marca con la realidad de su actividad, y de ahí el valor de poseer una política liada a la Responsabilidad Social Corporativa. La aprobación de la comunidad para con la forma de hacer negocios de las empresas puede suponer una pérdida de un cliente o un daño irreparable de la reputación.
Nuestro programa de Responsabilidad Social Corporativa fomenta diferentes actividades en el seno de la compañía: desde reciclaje y basura selectiva hasta la participación en acciones solidarias, tanto en España como en Francia. En Francia hemos puesto en marcha la “Maraude”, programa mediante el cual hacemos acopio, preparación y distribución de alimentos en las calles de París para los sin techo y los más necesitados. En España, participamos cada año en la Gran Recogida de Alimentos. Este año, dadas las limitaciones derivadas de la crisis sanitaria, hemos participado con el envío de una tarjeta solidaria por correo electrónico a todo el equipo, con cargo de la empresa y la opción de recarga voluntaria por parte del empleado que asigna su donación a una ONG de su elección.
El principal beneficio que hemos detectado es la generación de una cultura organizacional basada en la preocupación colectiva de nuestros empleados por los principales problemas de nuestra sociedad tales como la desigualdad.
Otros datos destacables de este informe hablan de sectores más avanzados en la identificación e implementación de sus ODS prioritarios: un 76% de las empresas del sector medioambiental, un 75% de las del sector energético y un 73% en el sector utilities.
En cuanto a las medidas más implementadas, destacan aquellas relacionadas con la conciliación laboral, la flexibilidad horaria y el teletrabajo (un 62% de las empresas encuestadas afirman contar con estas medidas).
Por otro lado, los ODS que se deben priorizar según las empresas son aquellos relacionados con la lucha contra el cambio climático, la corrupción, el fomento de un consumo sostenible y la igualdad de género y la conciliación.
Pero, esto de los ODS no solo son obligaciones para las empresas, también reporta una serie de beneficios como el fortalecimiento de la relación con sus grupos de interés, la mejora de la gestión interna de la sostenibilidad, la mejora de la reputación e imagen y el incremento de la resiliencia de la compañía. Relacionado con este último beneficio de resiliencia, cabe mencionar que actualmente, uno de los grandes retos del sector empresarial español es hacer frente a la crisis provocada por la COVID-19. La percepción mayoritaria de las empresas apunta a que esta crisis afectará de manera notable en la integración de los ODS:
Entre las buenas prácticas implementadas por 7Experts y los objetivos y compromisos identificados, podemos destacar las siguientes acciones que ya estamos implementando:
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